Nunca creí que Carrapita y yo fuésemos dos gotitas de agua (fijaros que llevamos combatiendo tal disparate más de treinta años). El caso es que yo siempre tuve claro que, en realidad, una complementaba a la otra. ¿Cómo sino explicar que saliésemos ilesas de nuestras primeras hazañas al sur del Sur mientras ella bordaba a … Sigue leyendo Hermanas confinadas